martes, 1 de agosto de 2017

DULCIA LINQUIMUS ARVA


hay un lugar hermana
donde las tardes se deslizan
silenciosas

un lugar hermana
donde las manos se entrelazan
para aguardar la cena de pescado
para no escuchar
los ultrajes del tiempo
una loza que se rompe
cierta arruga en la frente

nada se escucha
sólo el atardecer

y los eucaliptos que se mecen
ajenos.

Del libro “El cazador” de LILIANA BELLONE -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti

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