jueves, 3 de agosto de 2017

CANTAD


Cantad, cuando en un claro día,
veas el sol con su calor aparecer
en un espléndido amanecer.

Cantad, como el gallo
en un amanecer, con vigor y sin desmayo
su canto nos llega... como un rayo.

Cantad, en una tarde lluviosa,
con ambiente húmedamente nublado
como si el cielo hubiese llorado.

Cantad, en noche de luna llena,
repartiendo su luz magistral
que nos llega de manera natural.

Cantad, a ese niño al nacer,
mostrando al mundo inocentes caritas
y la ternura de sus manos pequeñitas.

Cantad, a los hermanos mayores,
vivo ejemplo sin ser prematuro
que forjaron nuestro hoy y el futuro.

Cantad, a aquel sabio maestro,
en la escuela nos guió con esmero
más sapiencia de un consejo sincero.

Cantad, al aire puro que recibes,
emanado desde algún confín
dicha inmensa que no tiene fin.

Cantad, a todo ser vivo,
desde plantas hasta animales
dado que ellos son seres normales.

Cantad, al oír esas aves cantoras
yigüirro o quetzal de notas sonoras
¡Oh ruiseñor! con tu trino añoras.

Cantad a la naturaleza,
admiremos con sobria franqueza
el desinterés con que nos da su riqueza.

Cantad, con melódica música,
expresada con bellísimo trino
si te sientes en un buen camino.

Cantad, a tu espontánea risa,
prodigiosa esa solidaridad
que denota excelsa amistad.

Cantad, a aquella ilusión,
infundiéndola con progresión
fiel mandato de tu corazón.

Cantad en este verano,
para que ese deseo soberano
llegue alegre, como música de piano.

Cantad con el ritmo del viento,
portador de un mensaje sediento
de una justicia que siento.

Cantad con música de guitarra,
cuan vapor emanado de la jarra
con sus sorbos, el recuerdo se amarra.

Cantad, a todo ser humano,
previo al día, que tomados de las manos,
¡cantaremos al mundo como hermanos!

Cantad al potrero, de las frescas flores
siempre bellas con tiernos colores
perfumados perfumes de amores.

Cantad, a ese amor sincero
hay ternura de un don verdadero,
con cariño será duradero.

Cantad, a sensores románticos
donde el alma los percibe bonitos
al interno lucen brillanticos.

Cantad, a corazón expandido
cuan luciérnaga de fuego encendido
por instinto vibró lo querido.

Cantad, tras la vibrante alma
los colores violeta dan calma
e impulsa al viento a mover la palma.

Cantad, a ese corazón expandido
así palpita si es correspondido
a lo interno con preludio sentido.

Cantad, al sensor verdadero
evocando ese blando sendero
con la paz del amor verdadero.

José Rafael Orozco Torres -Costa Rica-

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