martes, 29 de marzo de 2016

PROVOCACIONES Y BOBADAS


Entró en la capilla universitaria, se desnudó de cintura para arriba y coreó varios eslóganes reivindicando el poder del clítoris contra la vagina de los siglos, los humedales del Vaticano, la monodia de los rosarios o vaya usted a saber qué. Rita Maestre es joven y estoy seguro, en efecto, de que quería mejorar el mundo, como le leo decir en una entrevista, que quería mejorarlo siquiera un poquito, cuando le dio por ponérselo, voz en grito, por montera. Pero el mundo es enorme y no mejora ni un ápice porque hagamos esto o lo otro; sólo mejora en nosotros, muy adentro, si ese poquito que hicimos obró el milagro de hacernos mejores sin saber bien por qué ni cómo.

Quiero decir, claro, que yo no hubiera llevado a Rita Maestre a ningún juzgado por lo que acaeció hace cuatro años. Más aún, tampoco llevaría ante ningún juez a la poetisa Dolors Miquel por su espantosa parodia vaginal, uterina y hasta coñera del «Padrenuestro», que aprendí cuando niño y que ya casi no recuerdo, en la entrega de los premios Ciudad de Barcelona. De hecho, no iría a ninguna parte con ella.

 Con todo, hay que saber ser modernos, absolutamente modernos, si ello fuera posible. Resulta demasiado fácil e inútil, demasiado hipócrita, escandalizarse por estas provocaciones tan tópicas y poco elaboradas, tan burdas y triviales, tan desvencijadas que más parecen haberse escapado, a deshoras, de esa guerra antigua que nuestros abuelos mantuvieron, que formar parte del enigmático futuro que, día a día, construimos igual que destruimos. O así.

Juan Planas
Publicado en la revista Agitadoras 71

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