Cuando ingrese en el sueño sin retorno
que me lleve a los predios de la Nada,
al vacío sin lunas ni alborada,
sin voces ni rimeros en mi torno,
al olvido final sin un entorno,
sin la rima lujosa y procesada,
que fuera de mi péndola la amada
en un soneto fiel que desadorno.
Será No ser, el paso consumido,
rl tiempo por el tiempo recorrido,
el fin de una quimera inalcanzable.
Ingresaré al olvido; habré sido
un lento adormecer de mi sentido.
Un bardo de noción ineluctable.
RODOLFO LEIRO
Publicado en Nevando en la Guinea 39
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