AMBOS PERDEMOS LA RAZÓN

Te pienso y te espero
a cada minuto que pasa,
siento tu cuerpo
que me arde como brasa,
te deseo aún cada vez más,
al tener tu cariño no temo
a la soledad;
y en ella no pienso jamás.
Como disfruto el sabor
de ese tu beso,
hacemos el amor
con gran placer y sin receso,
fundir el calor
de mi pecho en el tuyo
eso es amar,
se ve la gaviota libremente
en el cielo volar.
Suspirar en el recuerdo
en lo apacible de tu calma,
es cuando mi alma
siente que más te abraza,
creciendo mis ansias por
tu corazón delicado,
veo como tiemblan tus manos
cuando estás a mi lado,
el pecho te late
de forma acelerada,
estando conmigo
te noto desesperada.
Imaginando pasar mis labios
por tu piel erizada,
me transporto a tus brazos...
y en ellos me siento
una persona realizada.
Una gran satisfacción
siento cuando te veo,
eres mi triunfo, eres mi trofeo,
luego de hacer el amor
caemos en los brazos del
seductor Morfeo.
Cuando la seducción
como arte mágico nos atrape,
vas a sentir
como éste mi sexo
y el corazón me late,
tus palabras son
entonadas de manera amorosa,
convincentemente
en la cama me trastocas;
Me gusta verte conmigo
en la cama extasiada y sudorosa.
Atas mis fuerzas a ti
con el poder de tus labios,
escurres el fervor
de este corazón sin presagios,
mi ser se doblega
al tocar tus fibras,
disfrutas en pleno y
veo como tu cuerpo lo estiras.
De manera increíble y
con fuerza de huracán
has entrado en mí...
te has adueñado de mi sentir,
has atravesado
las barreras de este corazón,
adueñándote por completo
del placer y del gemir,
hasta que ambos
perdemos la razón.

Antonio Guzmán -República Dominicana-