Te quiero
como quieren los niños de pecho.
Te quiero
como quieren los animales tiernos.
Te quiero
como quieren los capullos escondidos
en las flores de invierno.
Te quiero
como se quieren los amores sinceros.
Si, te quiero:
Con frío y con hambre.
Tiritando y riendo.
Así te quiero:
Caminando y corriendo.
Y más cuando hablas, ríes y callas.
Dices que calle, que más
no hable, que concentrar no te dejo.
Así te quiero:
Sinónimo de histeria y silencio.
Te quiero
como él niño a la niña.
Perdón te pido, si escuchas de mí
tanto lamento, que riman cual quejidos
con el viento. Y que suenan a súplicas
sollozantes de niño que ha perdido
el juguete nuevo.
Gildardo Carrión
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