¿QUIÉN?
-copla-
¿Quién me ha robado aquel sueño,
aquel sueño tan bonito,
el sueño aquel que creía,
que creía yo que era mío?
No me lo ha robado nadie.
que el solito se ha perdido,
y ahora es polvo sin nombre
en los ojos del camino,
ciego de mirar sin ver
y esclavo de su destino.
GALGOS
Galgos sin amos, galgos,
galgos elegantes
y de finas y largas y veloces patas,
por las calles de Lora del Río,
vagan como mendigos despreciables.
En otro tiempo, aquí en Lora del Río,
recuerdo yo a los galgos,
recuerdo que tenían celosos amos,
que eran más que amos, cazadores
que admiraban y querían a sus galgos
como a sus escopetas.
Hoy, los galgos, por las calles de Lora del Río,
son vagabundos tristes e inmensamente hambrientos,
y es algo que no alcanzo a explicarme
en un pueblo donde abundan los perritos falderos
sobrados de comida y de cariño.
Galgos sin amos, galgos,
galgos, pese a todo, elegantes;
porque los galgos son, entre los perros,
un signo incuestionable de elegancia.
TRANSITORIEDAD
Si todo es transitorio,
si nada permanece,
si todo es una ciega sucesión
de incontables instantes,
no me digas que ayer es ya hoy
y que hoy ya es mañana.
¿Y mañana?
Cuando mañana es hoy
y hoy ya es ayer…
Ayer, ayer, ayer….
La flor de mi memoria huele a olvido
y los pétalos….
¡Ay!,. ¡Ay, los pétalos!
Yo, como ayer y hoy y mañana,
escribiré en el viento,
con alegres y locas faltas de ortografía,
tu nombre entre sílabas nubes
y añorantes gotas de agua dulce.
Si todo es transitorio,
si nada es permanente, si todo....
¿A quién, tú dime a quién voy a tomar en serio?
Me acuerdo cuando yo te decía te amaré eternamente.
Me acuerdo y no me acuerdo
y pelo una naranja y muerdo una ciruela
y le digo a la vida que mi vida
ya no tiene sentido y adorno con mis lágrimas
a la luna menguante que me dice: “Estás loco”
y entra por el balcón y besa mi corbata de rabiosos colores
que tú me regalaste un remoto Año Nuevo.
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