martes, 24 de noviembre de 2015

LLORADO


Llorado.
Quién ha chillado.

Llorando.
Quién no lo ha hecho.

Por la muerte o vida
de un ser imperfecto.

Y yo por ti, quizás, lo hago.

Decirlo, ahora, el momento
no es el indicado.

Menos que sepas, que quizás,
ahora mismo lo hago.

Llorona me dicen.
Lloro por todo.

Que si puso o no la marrana.
Que si es lunes o viernes por la mañana.
Que si te acuerdas o te olvidas
de la persona amada.

Tal vez, no lo sé,
pero quizás, solo sea mi estado de ánimo,
que entre alcohólica y melancólica,
en últimos días me la he pasado.

Quién no ha llorado.

Llorona me dicen.

Me dicen la infausta,
la pobre desgraciada.

La inocente, que por inocente,
ahora es la condenada.

Por qué la tristeza,
que refleja mi cara.

Tú la causa y el causante.
La consecuencia y el consecuente.

Me dicen que lloro.

Que es retiarto.

Que pare.
Que deje.

Que a mi, más gente me quiere.

Que deje.
Que pare.

Que esa, la cualquiera no me merece.

Que no cualquiera debiera
merecerse que por ella muera.

Ni la vida.
Ni la muerte.

Que ni lágrimas de cocodrilo
derramar siquiera y menos debiera
de mí merecer, el indigno joven ausente.

Gildardo Carrión

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