miércoles, 25 de noviembre de 2015

LLAMADA


Velando la madrugada
mirando tras la celosía,
oigo pasos por la acera
soñé sentir que llamaban,
abrí y solo hallé sombras
y un encalmado silencio
desvanecidos en la noche
bajo la virulenta nevada.
Cerré y los seguí oyendo
luego comprendí que solo
era mi corazón desbocado
que por ella desesperaba.

Vuelve corazón violeta
a la infancia de antaño,
a jugar con tus muñecas,
que esperar la alborada
me va azotando el alma
y aflige mi madrugada.

Paco Lainez

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