En las fogosidades de mis ilusiones
un madero arde por ti
en la terneza de un insolente desliz
susurré tu nombre
en los fértiles suelos de una pasión
sembré las simientes de un romance
y floreció tu efigie
ofreciéndome
aromas, frutos y sombras…
Ahora
huelo a magnolias
saboreo un dulzor
y procuro el reparo de tu paz…
Mas cuando abro los ojos
no te tengo…
el calor me sofoca
la lluvia me martiriza
y los nubarrones se burlan de mí
Entonces
quedo preguntándome
¿si floreciste en mi corazón?
¿por qué no dejas de ser una quimera?
y me tocas…
y me besas…
y me amas…
Juan Lopresti
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