miércoles, 25 de noviembre de 2015

LA FALSARIA.


Junto a la fuente de piedra,
tú me hiciste un juramento,
aquél fue un bello momento
que terminó en una guerra.
Te portaste como perra,
denuncias y zarandajas,
te hiciste mentales pajas,
en los temas del maltrato,
pues yo nunca he roto un plato
y no es cierto lo que “rajas”.

Me quitaste a mis hijos,
en base a denuncias falsas,
te funcionaron las salsas
y tus cutres entresijos.
Los jueces, que son tan pijos,
creyéronte a pie juntillas,
me sentaron en las sillas
de todos los tribunales
y ahora busco los canales
que compongan las astillas.

Tal vez en los días futuros,
todos seamos iguales
y no traten de animales
a varones en apuros.
Hoy nos damos contra muros,
por defender los derechos,
aunque demostremos hechos
de falsedad femenina,
pues este mundo camina,
arrastrado por sus pechos.

Julio G. del Río -Valencia-

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