domingo, 8 de noviembre de 2015
EL TRIPULANTE
En el vacío, lejanos los crujidos,
de un navío girando en tumbos
por fuerte pelotón impactado,
surge un tripulante apresurado.
De flotilla baja un comando,
de su folio-chip es despojado,
su circuito veda, es infamado,
no es de Marte, es Uranio.
Espía es, no irradia marciano,
apenas infantil es su glosario,
irradia en su disco uranio:
que torne el impostor, ¡preciso!
Su bitácora mentalmente veo,
su chip es genuino, constato,
valido, dado que de Marte soy
en misión en el espacio.
Marciano de madre y principio,
lo abandonó su padre uranio,
sin él, solo, a Urano volvió,
con su madre, en Marte quedó.
Con ella infante, llegó a Urano,
sola a Marte volviendo;
a hablar Uranio aprendió,
su marciano, en el olvido.
Una nave a Marte montó,
esquivar al guardia deseando,
amonestado, fue deportado,
a mi plataforma volviendo.
En un paisaje sonoro oímos
música astral con los sentidos
a fin de armonizar el camino
de la vida impar que tenemos.
El sutil momento de decisión
a la libertad, es lo más cercano
que de tal concepto tenemos,
lo que soy al ser quien soy, gozo.
Tres naves escoltas en relevos
sideral apoyo le brindaron;
desde Marte con su chip ya nuevo
nos advertimos con chispeos.
Omar Aburto -México-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario