Cisnes del amor somos tú, y yo
mientras flotamos en nuestro lago
rodeados de una bella luna imaginaria
que nos otorga una luz maravillosa
tan tenue acorde a nuestra unión
con nubes de algodón blanco
que permiten que esa luz de luna
permita que nuestro cuerpos
logren reflejarse como un espejo
en las plácidas aguas de nuestro lago.
Cisnes del amor hemos de ser
hasta la misma eternidad total
otorgándonos amor del más puro
para así purificar nuestro lago
con las gotas de lágrimas que caen
de nuestros ojos llorando de alegrías
como de eterno agradecimiento a Dios
quien nos ha regalado tan dulce sueño
para vivir muy junto a su bella luna
hasta que en un instante lleguemos
frente a Dios mismo a su bendito lago.
Cisnes del amor seremos entonces
en su bendito lago santificado
donde hemos de seguir flotando
repartiendo nuestro puro amor
entre todos sus cisnes del cielo
en su bendito lago azul de amor
iluminados por su luna mágica
en el maravilloso país del cielo
donde nuestros sueños continuarán
hasta el final de la misma eternidad.
Claudio Kruger Ahues -Chile-
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