Brindo ante la mirada franca
de sueños que vuelan a lo alto
alzando mi copa de ideales
vino dulce, melodía del tiempo
apagando amarguras de un camino cansado
elevando alegría de la sonrisa inquieta
momentos vividos en la grandeza
péndulo de la existencia.
Brindo por las lágrimas derramadas
aquellas que soltaron cadenas
entre enseñanzas nuevas
recorrido de la vía incierta
el reloj va cobrando su paga.
Brindo por aquellos instantes suculentos
donde las carcajadas apasionadas
alzaron el vuelo de manos de fuego
recorrido inmortal de los gemidos.
Brindo en el navegar de enseñanzas
abriéndose las puertas en cada alborada,
el destino muestra matices reservados
acrobacia sin fronteras.
Brindo al reconocer, belleza de la rosa
justo instante donde la espina hiere
entendimiento que todo vale la pena.
Brindo por la confianza que se puso aprueba
siendo pocos los bienvenidos al universo
donde la libertad de los versos, gritan los sentimientos.
Brindo por los amigos que se mantienen en constancia
aquellos que lucen con resplandor propio
la amistad franca y sincera
sin espejismos de doble careta.
Brindo porque se liberó el cuerpo en la danza
ante las miradas que destilan envidia
o por el temor que les carcome.
Brindo al beber de mi pócima
sombra incomprendida en la inmensidad
brotando de ella cual maná
ante el fulgor del sendero.
Brindo por los sueños realizados
poesías viajeras del firmamento
sólo ellas sabrán la meta del esfuerzo.
Brindo por aquellos ojos pequeños
que se han iluminado en la oscuridad del olvido
con la sonrisa pura
niña que vive en los adentros profundos
escondida por tanto tiempo.
Brindo ante ella que se ampara en la fantasía
protección del cariño limpio
ante el despertar de las pasiones adormecidos
que van en busca de la verdad sin timo.
Brindo por la autenticidad generosa y justa
poniendo la palabra en prenda
se mantenga confianza en el recorrido
valía de la esencia cristalina.
Brindo porque las alas que se recuperan
mansedumbre que cada quien encuentre su paz.
Brindemos mis amigos
que a la vida tenemos que agradecer.
Sandra Méndez -Guatemala-
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