BAJO EL OJO AVIZOR
A José Antonio CASTRO, POR SU ORIGINALIDAD MANIFIESTA.-
y me acerco a mirarlas un momento;
y noto que me invade un sentimiento
que me va de los pies a la cabeza
y atraviesa mi cuerpo, en donde empieza
un cierto rebullir de afloramiento,
que a través de mi vista experimento
que viene de unas manos con destreza.
Bajo el ojo avizor desde la altura
con su mudez nos habla la pintura
dejándonos a un tiempo ensimismados.
El quinteto de formas bien nos muestra
lo que resulta ser la obra maestra
con sus parlantes trazos perfilados.
SOBRE EL ALMA DEL VERDE ACEITUNIL
EL CERDAMEN NOS MUESTRA SU PERFIL…
CON LOS BRAZOS ABIERTOS
A José Antonio CASTRO, POR EL TRATO DEL TRAZO EN SU TRABAJO.-
Con los brazos abiertos ante el mundo
el cerdamen nos muestra la figura
de Cristo ante la mesa, con soltura
en el trazo, que cala muy profundo.
Su toque sensorial y bien fecundo
al tratar con esmero la pintura,
¡va haciendo renacer esa hermosura
que te embriaga segundo tras segundo!
En el pan y en el vino aquí presentes
y en los rostros volantes que latentes
inundan el lugar tras el Señor,
ha dejado el pincel su viva esencia,
su forma de sentir, reminiscencia
producto procedente del amor.
¡LOS SALPICADOS TRAZOS PALPITANTES
NOS DEJAN BOQUIABIERTOS Y EXPECTANTES…!
Manuel Mejía Sánchez -Ciudad Real-
Publicado en la revista Arena y cal 231
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