miércoles, 25 de noviembre de 2015

ABOCELADOS.

 
Abocelado.
Resaltado,
el efímero EXALTO,
Paradigma de la esencia.

Serpentina,
tahina de gorgas,
Que sienten el embate de las horas,
Como en el sueño de un poeta que sube,
y QUE SUBE,
hasta el inhabitado epíteto
de la ENCARNACION DEL VERBO.

Octante herrumbroso,
que sacrifica a las estrellas... de la mediana noche,
con medidas y cuchillas,
oscuras,
de octaedros DISONANTES.
Hasta ver la sangre que emana de sus puntas.

Como la sulfatosa luz de astros,
en forma de;
Epígrafes normales,
y elefantes con mirada de mujer,
QUE CANTAN AIROSOS.

Preclara canción de pericardios rígidos,
y,
melancolìas,
como el tramonto de una suave brisa.

Abalorios,
Insectìles,
Tascados y zaínos redondeles de palabras,
que dicen más,
de lo que significan.

Amor de canción,
y GUANIO,
CANTARON LOS POETAS,
En un lenguaje sin fonemas,
En un lenguaje sin mentiras.

Amores vituperados de espejos y banderas.
Círculos concéntricos con manos santas,
Que escriben en el humo del ORGÁSMICO verso,
son, AGORA REALIDADES.

Algebras sin medida Y números sin ecuas,
COMO LOS CANTOS;
SUMAN Y RESTAN las palabras,
EN YUXTAPOSICIONES APARENTES sin sentido,
Y FONOMÉTRICAS voces,
Que enamoran…
el oído, de los poetas.

Roberto Rochin

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