Una postal desde el castillo del Morro de Santiago de Cuba.
Una fecha, 28/10/2003
Una compañera de trabajo que se volvió loca.
Un marido que salía a pescar por esos fondos marinos cubanos mientras ella oteaba el horizonte.
Un marido que ya no está.
Una compañera de trabajo que era buena.
Una historia de la vida.
Diez años que son todo un mundo.
Un recuerdo.
Historias que se olvidan.
Y si nadie la recuerda a ella,
ella recuerda,
ella que se volvió loca.
Su sello es esa postal que encontré
como entre escombros.
En cualquier rincón, la vida.
Y ella que se volvió loca,
por la vida,
por amor.
De pena.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
domingo, 3 de noviembre de 2013
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