lunes, 4 de noviembre de 2013

7 y 8

7

¿Sabés qué me dijo?... Que yo era, que toda yo era una anguila intensa, a quien no disuadía ni la muerte ni nada.

8

Da terror cuando hacés uso de tus potiches y se te ve, te veo, obstinadamente dándote color, manos de colores encima de tu cara, orejas, cuello, y parece varias veces que ya está, que qué más se puede, pero no, vos sabés muy bien que el párrafo sigue, agregás eufemismos, sintagmas, trazos, ripio, añadís paréntesis... Yo te sigo, atribulado, tanta escritura, interrumpí por vos, por lo que más quieras el coito con nadie, acabá, decidí que ya estás sumamente hermosa, declaráte realzada. Que venga el punto final, mirá, el consabido rebusque, yo ahora te lo escribo: punto final.

Del libro El ombligo oblongo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

No hay comentarios:

Publicar un comentario