Dulce como el néctar de las flores
amable, noble y sincero, lo encontré,
mas quiso el destino, se desviase,
de mi ideal de amor, no puedo creerlo.
Sufro pesadillas, porque ha echado raíces
en mi corazón, no sé si se le desvió el
rumbo, o si ha encontrado, una sin razón,
me hizo muy feliz, no puedo entenderlo yo.
Dicen que no hay dicha completa, en las
cosas del amor y creo han puesto, palos
en las ruedas, no lo veo igual yo, por más
que limpio mis gafas, no lo veo claro.
A veces me pregunto, tendré la culpa,
mas me creo que no, al menos no toda
pero se enfría, nuestro amor, pudiendo
pasar, de catarro a pulmonía. ¿Grave?.
Que sé yo, puede que si lo cuida, mejore,
pero de su parte ha de poner, porque si
no pone, podría suceder, que fuesen a
mas los síntomas y nada se pudiese hacer...
Vericuetos de la vida, tal vez lo pueda entender,
pero hay un enfermo en cama y dos cosas.
se pueden hacer, poner remedio a las cosas,
o dejarlo perecer, esto no me gustaría, pero,
tú decides que hacer.
AGUSTÍN RECIO BORREGUERO
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