-¡Lamento que sea tarde
de tenerte que olvidar;
eres cruel y muy cobarde
si te quieres engañar
olvidándote de amar!
No sé bien lo que me pasa,
sé, que alguien me dice…¡sal!
cuando voy hacia tu casa;
¡Siendo tú tan especial,
me grita alto que hago mal!
-Te has burlado mucho tiempo
¡parecías tan feliz!...
y ahora estás, que ni es templo
rezando sobre un tapiz
mareando la perdiz.
¡No me atosigues, mujer,
que me haces bastante daño,
hago lo que es mi deber
debajo de mi castaño
por si lo pudiera ver!
-¡Tus suspiros son de amor,
pero de amor hacia mí!...
¡si provocas mi dolor,
también lo haces para ti!
¡te lo crees porque sí!
No te lo voy a negar
que te quiero con locura,
pero…¡vete a navegar
como sirena de altura
siendo la reina del mar!
-¡Ay, las cosas que hay que oír!...
¡tú estás loco de remate!...
¡oye esto que he de decir
con tu mente de primate
si lo puedes digerir!
-¡Es injusto tu desprecio
por querer ir a rezar,
eres ciego, un tanto necio,
a una piedra sin altar
dónde vas a delirar!
Tengo muy bien la cabeza
y de ello estoy muy seguro...
¡déjame con mi proeza,
que el destino es mi seguro,
aunque a veces algo escueza!
-¡Cada día es un calvario
por mandarme a navegar;
mientras rezas el rosario
no queriendo recordar
que no me dejas de amar!
¡Ya te he dicho lo que siento,
dentro de mi corazón;
¡no te mando a tomar viento,
solo quiero tu perdón
y también tu bendición!
-¡Respeto tu decisión
si no hay nada más que hacer.
siento desesperación;
me retiro a condición,
que no ames a otra mujer!
-¡El amor no es previsible!...
¡tras de ti no iré jamás!
¡eres un hombre imposible
con tus hierbas nada más
y fanático, además!
María Sirena Matri Mar -España-
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