Resarcido cristal sobre la punta de un vaivén, detenido azul en donde se ha escrito…
Diríase de su apariencia, más que vidriosa,
que ha sido la gran pantalla de los que ríen y ríen, bebiéndose a silencios el afán.
Como cláxones sus chispazos nos astillan, nos dejan marca: esquirla adentro lo rasado [por áurea proporción el ojo.
(Al otro lado, hacen visos las flores de la retama:
ha resultado ser espejo,
tonalidad que en la pequeñez de un vaso —puntitos negros color naranja— disgrega en el [resuello nuestra sed).
ANTONIO RIESTRA -México-
Publicado en Periódico de poesía 90
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