Olor a fruta fresca tienen tus labios
y su sabor me dejan enloquecido,
me tienen atolondrado,
tú que de amor me tienes perdido,
has calado mi alma y todos mis sentidos,
regálame el placer... de tu alma yo tener,
para que esto que siento nunca
caiga en el olvido,
ni tu sabor desaparecer o pasar
desapercibido para no volver
a caer en el ayer.
Dame de tus labios la tersura
y de tu piel la ternura,
esa que me enloquece
porque a mi alma la enalteces
con mágicos suspiros que a mi corazón
lo engrandeces.
Déjame huellas de tus labios
que de tu aliento quiero vivir,
surca mi cuerpo... tú mi diosa preciosa
la que mi corazón hace latir,
bésame poco a poco hasta volverme loco,
que mis sentidos queden cubiertos
por todo lo que brindas;
mas tus sentimientos y amor
son los que evoco.
Bésame con desenfreno y pasión,
déjame empapado de tu carmín el corazón,
bésame y hazme en el oído arrullo,
mira que este corazón es solamente tuyo.
Antonio Guzmán -República Dominicana-
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