(alejandrino)
El fuego era temible, verlo en el firmamento
resplandor fugitivo, con destello brillante
frotando las dos piedras, el gran descubrimiento
era fulgor extraño, mirarle incandescente.
Combustión de materia, mayor calor produce
las velas encendidas, alumbran más unidas
la oscuridad se aparta, más destello seduce
círculo de candiles, con luces esparcidas.
Vibra cálida llama, como viable fortuna
rojizo fogonazo, cuyo haz da en los rincones
luciérnagas activas, se propaga más de una.
Contagia el calorcito... vi alegres corazones
en pleno plenilunio... los rayos de la luna
más fueguito candente... de energéticos dones.
José Rafael Orozco Torres -Costa Rica-
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