Hay veces que...
La sangre interrumpe su caudal mortecino,
Habitante de los espejos moribundos
sin dueño;
Sagrada sal de mi alma
Que se muere en mis ojos
/raíces gastadas en la penumbra...
Muertes sin objeto/.
Extraña casualidad desesperada de lunas,
Hastío de vidas paralelas;
Sur y norte vientos son
Y en el fin de mi alma
Se entregan a mí;
Vacíos de mi alma
Encontrada en charcos de ira nocturna.
Hay veces
Que la sed y la sal mueren en mí
Como las noches que ya nada son
Para los amantes muertos.
Extraña casualidad de mi alma.
Hay veces que...
La sangre ahoga su llanto desesperado
/sagrada sal de mi alma...
Muerte sin objeto/.
Nelson Erick Castillo Inostroza
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