martes, 16 de junio de 2020

ÉL Y ELLA Y EL ESCORPIÓN


Él es ausencia. Sin su voz, todo calla. Más allá de razones y pronósticos, ella sabe que, como en el desierto, no es que haya silencio, es que, de tanta desesperación, ha dejado de escuchar. Un escorpión de blancura perfecta se aproxima. La cola olvidada. El aguijón sin tensar. Ella, desnuda, no lo rehúye. Es una presencia. El escorpión roza la piel de uno de aquellos pies descalzos y busca cobijo debajo del calor de su planta.

Del libro Bla, bla, bla, bla, bla sobre el amor de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES

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