Tu voz se abre a mi canto, mujer, que en tu martirio
en el verso me naces herida la palabra;
avecilla indefensa que a nadie le haces daño
y te abres a la vida desplegando las alas;
alondra que ennobleces al volar con tu arrojo
la tierra en que has sembrado semilla de alborada;
por remontar el aire y ser libre en tu cuerpo
descargaron su furia su impotencia malsana
hombres malos, bandidos sin temor ni conciencia.
Y han talado tus miembros, tu inocencia quebrada,
abatida tu carne violentada en el suelo
con hachazo homicida que no atiende a tus lágrimas.
Oh lugar del martirio, malhadada prisión
que no amparas a niñas cuando son masacradas;
oh tierra, ya famosa tu crueldad en el mundo
por genocidio aleve, pon remedio a las causas
y extirpa las raíces de esta vileza atroz,
aplasta a esos cobardes, protege la esperanza.
ANTONIO CAPILLA LOMA -Madrid-
Publicado en Luz Cultural
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