jueves, 3 de agosto de 2017
SOMOS NUBES DE POLVO
somos nubes de polvo
enjambres de universos pequeños
soberbios
ilusionados por rectas
donde sólo hay segmentos
yace el horizonte
condenado a diarias fracturas
quiebres
esperanzas de nuevos comienzos
que a poco de andar
se revelan efímeros
ilusorios o intransitables
por allí
libre
omnipotente
transita el polvo disfrazado de silencio
el hombre
tenaz en su esperanza
baja la testa
afirma en la tierra sus garras soberbias
y embiste como el toro
ciego
implacable
pero ingenuo
su horizonte
-taurino e hipnotizantees
un manto color fuego
y oculto espadín
tras el rojo terciopelo
la muerte
inseparable compañera del polvo
espera paciente la ciega embestida del toro
al eterno caminante
al ingenuo enamorado
la muerte
paciente
espera la brutal carrera
de un par de ojos inyectados en sangre
bajo la temible ornamenta
también al enamorado
al hipócrita, al vanidoso y al miserable
con sádica lentitud o de certero mandoble
los cubre con el mismo polvo
la misma nube
la misma tierra
el mismo cielo
el mismo olvido
es mentira que en el polvo se haga justicia
o se oiga el tañer de campanas
que proclaman del Olimpo sus bondades
o ahoguen bocanadas de eternos fuegos
que anuncian interminables tormentos
el polvo
aliado del tiempo
con eficiente esmero controla su infinito reino
no nos veremos las caras
con los innumerables abuelos
que forman los azarosos eslabones
de una cadena inesperada
que partió desde el África negra
rotunda
olvidada
ni siquiera percibiremos los alientos
de los judas
los héroes
o los filisteos
el tiempo transforma todo
en inacabables universos de silencios
mientras por encima
por sobre el polvo hecho nube
-siempre feroz e irreductibleseguirá
su embestida el toro ingenuo
Del libro La Noria de Jorge A. Colombo -Argentina-
Publicado en La Náusea
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