LA LEONA Y SU DOMADOR

Esta noche te voy hacer el amor
de una manera más diferente,
más erótica y mucho más ardiente
capaz de multiplicar tu ardor.
Con mis dientes y mi boca
eliminaré, tu braga y tu sostén,
mientras mis manos también
acarician, el lugar que te provoca.
Néctar divino de flores, transformadas
en miel, por mil abejas laboriosas,
bañarán, esas cumbres deliciosas
de tus senos, siendo por mi disfrutadas.
Movimientos y gemir tuyos que sazona
lava de deseos, que me llevan al frenesí,
provocando que tú desates en mí
tus uñas y dientes, como insaciable leona.
Leona, seducida por mi ardor
en una dócil y domestica gatita,
mientras de placer se agita
al yo penetrar, en el valle del pudor.
En el más perfecto sincronismo
que hayamos tenido jamás,
yo te daré y tú me inundaras
con la sabia dulce de sexual bautismo.
Y así, la leona y su domador
danzarán con la danza del placer,
y al salir los rayos del amanecer
arderán abrazados en la llama del amor.

Roberto Batista Pargas.