Eres compás de una melodía,
sangre dorada y lluvia de sol.
Alfombro mis aposentos de sortilegios
y mi alcoba es fantasía de loca pasión.
Te desdoblo, sí, cada vez que anoto
en la página de la vida que eres
tan mío como el firmamento
lo es… de la luna y del sol.
Juana Campos Cortés
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