REFUGIO SIN CERCA

Me hiere el alma el toro de España,
sus embestidas de orgullo y sadismo,
su cornada violenta y arrogante, sin motivo, sin objeto,
no más que por un ansia de bestia de derribar lo ajeno,
de exterminarlo e imponerle su supremacía,
no es de hombres lo que ellos hacen, no es de personas,
no es lo que yo esperaba de mis semejantes
pero ese toro está por todas partes, en todos lados,
abriendo heridas, segando vidas, arrojándose contra lo más frágil
con un frío desprecio en el corazón,
llevando en sus astas
el rizo de la astucia y la mentira
para extender por el mundo el horror y la destrucción,
sus golpes fingen el rigor de la probidad y la justicia
pero solo es un animal estúpido y bajo,
incapaz de esfuerzo espiritual,
cuyo único placer es el reproche y el castigo
porque ha nacido entre almas sin amor
para padecer el martirio y la humillación
de esos mismos que han cuidado de él,
los toros fascistas cornean
porque solo la hipocresía se honra
en su amargo escenario del escarnio,
solo por su maldad lo admiran, solo por su demencia,
lo demás no vale nada para los suyos,
sabe bien que jamás sería nada si no hiciera daño,
si no abriera heridas, si no extendiera la desolación,
tú eres un espíritu de paz y conciencia,
deseas la libertad de los pueblos y de los hombres,
quieres justicia y felicidad para la humanidad,
tienes corazón de infancia, tus ojos no me ven
como un bulto más a tu alrededor
como esos toros que lanzan sus armas contra todo
porque tienes una llama ardiente dentro
que distingue lo bueno de lo malo.

Luis Rafael García Lorente