MARÍA ANTONIA LASTERRA HUARTE

De estimable compañía
Fue la perfecta guía
Hasta que un día falleció
Y su estrella iluminó.

Miro cada noche al cielo
En busca de consuelo
De una madre que transmitía
Toda su alegría
Y que solo esperaba
Un te quiero y respeto
A cambio te daba
Todo su afecto.

Me arrepiento a menudo
De no haber dicho que le amaba
Debería haberlo dicho cada día
Se me hace en el cuello un nudo
Que cuando más padecía
Era cuando más amor transmitía.

Hablo en nombre de todos los hijos
Aunque algunos han salido pijos
Pero en el corazón la tienen
Y sus enseñanzas retienen.

Es fácil olvidar
Es difícil amar
Pero jamás te olvidaré
Y siempre te amaré.

Jaume Alegre Lasterra -Barcelona-