"Hay que perderse en esa burbuja,
que el denso amar genera.
Volar de infinitas maneras,
y besarse, hasta que ya no quede sitio.
Hay que expandirse en sentimientos
en trozos, retales y resquicios,
en momentos en instantes vividos,
como si de nuevo, fuera la primera vez.
Perseguirse con manos y bocas,
blandirse en caricias piel con piel,
exponerse a la mirada el uno del otro,
y, cómo no, sonreírse a la vez.
Trepar las figuras en pétalos de mil flores,
siluetas dulces en el abrazo sin fin,
donde los ojos son estilizados colores,
bordados con la tiza del rojo carmín.
Hay que sentir el frescor del aliento,
la dulce brisa del estar a dos,
el cálido sosiego que los cuerpos entregan,
en el batir que alimenta, almas y pasión.
Hundirse en el deseo que las pupilas tienta,
malearse en aromas del tacto gentil,
boca con boca buscarse a tientas,
y uno en el otro, en su silencio vivir.
Hay que perderse con gestos y miradas,
de la mano cogidos, en el simple reír,
de tus ojos y mis ojos en tierno sigilo
bajo la luna que vela, nuestro sencillo dormir.
Para encontrarnos de nuevo
en el cálido día,
con las pieles desnudas,
y en las almas, nuestro sentir."
Del libro "Del Amor y Otras Hierbas Adictivas. Vol.3" de
Emilio Juan Gilabert Fernandez
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