Hoy amanece, un rostro diferente,
con ganas de enseñar poesía,
cuán difícil en una ciudad aparente,
donde la guerra me roba la libertad,
y el amanecer es más gris.
Donde los silencios son olvidados,
las pasiones condenadas,
en este largo camino
que marcan mis dedos,
y solo os puedo decir
que todo es banalidad,
de lucha por la libertad.
En crepúsculos dormidos
donde nada se puede enseñar
y todo se ha de cambiar,
por caminos de sueños inacabados
y poemas aún no inventados,
en un clamor,
atávico de dolores y terrores,
de una guerra
que a mis ojos hace llorar
y de impotencia me llegan a llenar,
en raciones de distancia
que nunca he de olvidar
En heridas que he de cerrar
y de rostros tristes,
en este mundo acotado,
en abrazos
José Manuel Gutiérrez Hernández
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