Socorrémelo al tiempo, este
insobornable, señalado con mi pulgar
¿O no ves que después de todo algo
grogui quedó por la puntería de mi cimitarra
justito en uno de sus plexos cayéndole
cuando ya me iba a dañar cayéndome de golpe?
De libro Leo y escribo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
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