En este instante en el aire hay una increíble fragancia, la de las rosas de tu jardín, la tierra como elemento; la frescura de la mañana. Sol y lluvia del cielo, el arco iris como destello, vaho y calima de una fugaz brisa. Marineros y ninfas en el mar, pasión, viveza e indolencia de una mano que explora tu cuerpo. Traza líneas y curvas en la silueta de tu piel... Liberales dedos acarician la minuciosidad, el reino de tus esencias y como flores sobresalen exuberantes, atractivas, mágicas y fascinantes bajo el ámbito del tacto obrero y el emblema del amor.
JOAQUÍN LOURIDO ANDRADE
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