Hoy os voy a contar mi seudónimo
El Ruiseñor porque espero que sepáis
Porqué yo tanto lo quiero
Cuando era joven compré una casa
En un lugar que ahora habito
Había un gran parque al lado que
Llamaban La Alameda se decía entonces
Con orgullo inusitado tiene cien mil
Álamos y yo estaba encantado
Lo que no decían era está lleno de
Ruiseñores yo trabajaba de noche
Y llegaba con los albores pero ya a
Distancia oía los trinos de ruiseñores
Estaba clareando el día que alegría
Cuanta emoción yo los escuchaba
Absorto con tanto trino pero esto
No era todo dormía feliz y al levantarme
Cuidaba los arbolitos y rosales los
Cavaba cada día el ruiseñor me
Acompañaba retozando contento
Por los bichitos que obtenía al momento
Me obsequiaba con sus trinos de árbol
A rosal me seguía cuan feliz me hacía
Más una epidemia con los álamos acabó
Aquello era su hábitat el ruiseñor
Se marchó pero en mi mente ha dejado
Un gran cariño por lo mucho que con él
Yo he disfrutado…
AGUSTÍN RECIO BERREGUERO
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