domingo, 4 de noviembre de 2012

HÁBLAME DE TU DIOS


En el silencio de tu vida,
Oscura tu habitación,
hablamos de tu Dios,
dime como El es,
Yo te escucho.
 Dame tu mano y paseemos en la mañana.
 Subamos al cerro, saltemos la huerta repleta,
Contemplemos  las vidas, los peces del pantano,
Corramos entre la niebla, cerca del riachuelo.
Tumbémonos en la hierba, en el prado,
Comamos de los arboles del camino,
Y háblame de tu Dios,
oh! Mujer, compañera,
hundámonos en la espesura del bosque,
por donde corretea el cervatillo.
Escandámonos  y veremos el vuelo del águila,
Llévame al mar,  y paremos el reloj,
acampemos  en el campo,
y hablemos de nuestro Dios, compañera,
Escribamos un poema,
cantemos la canción...
Háblame de tu Dios,
Y yo te hablare del don,
De la felicidad, de la sonrisa.
Muéstrame  la creación, viva,
al tiempo que de mis manos,
saldrá el pájaro  que retenía.
Dame tu libertad, y veré a Dios,
en la noche, en el día.
Cuando el sol ya descansa...
Quiere,
Cuando éste quiere volver
a interpretar
su cotidiana melodía,
descúbreme a tu Dios,
y yo besare tu frente ardiente.
Dime que Dios te quiere y yo...
Le querré más...
Si Dios te acompaña,
Caminaremos juntos,
volaremos con El.
Creo en la naturaleza,
Y en ti, mujer
Háblame de tu Dios
Y yo te enseñare que tu Dios…
ES EL MIO

J. Antonio Nogueiras
Publicado por María Sánchez en el blog La casa del valle

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