lunes, 17 de septiembre de 2012

XII


¿cómo amanecíamos vivos
si todo era hielo inquebrantable
en los bebederos?

los caballos pariendo de pie
los conejos tiernos
la vaca muerta en el algarrobo

el jazmín bordaba guantes
en los postes de quebracho

mi madre haciéndonos coronas
de hierba mi padre
casas de madera

(pero solo los tirantes que las sostienen)

fuimos testigos
de nuestras buenas intenciones
y los niños envejecimos

pese al frío

Del libro El secreto de las polillas urgentes de ELISA GAGLIANO
Publicado en la revista Lamás Médula

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