jueves, 6 de septiembre de 2012

USARÁN PALOS Y PIEDRAS


Johnny avanzaba lentamente en taparrabos, sosteniendo con firmeza la rústica lanza que él mismo se había construido en plena contienda, usando para ello materiales tan dispares como un palo de escoba, un cuchillo de cocina, y un poco de cinta aislante, una clara muestra del impresionante estado en el que se encontraba la industria armamentística a finales del siglo XXI. De repente vio como, a escasos metros de distancia del lugar en el que se encontraba, un joven rubio, de no más de veinte años, estaba completamente desnudo frente a una pequeña hoguera, portando una especie de hacha rudimentaria, que estaba compuesta por una piedra tallada y muy afilada, adherida a un tronco informe que debería de haber encontrado en mitad de cualquier bosque. Se acercó por detrás suyo con suma cautela, tratando de no hacer el menos ruido posible que despertara al enemigo de su ensimismamiento, y poder así acabar con su vida sin correr el menor riesgo. En consecuencia, la tenacidad y el sigilo se tornaban sus mejores aliados en esta batalla. Sus pies se fundieron con la fría tierra, y poco a poco se fue aproximando a su objetivo, hasta que este estuvo a tan poca distancia que casi podía tocarlo. Alzó sus brazos y, con todas sus fuerzas, descargó el golpe mortal al que solo siguió un alarido agónico. Extrajo el frío acero del abdomen de su adversario. Este comenzó, retorciéndose en el suelo de dolor, a maldecir en su lengua materna (que reconoció de inmediato) y a escupir sangre en abundancia, mientras que con las manos trataba de cubrir la herida a través de la cual se le escapaba la vida. Finalmente expiró. Johnny respiró aliviado y sonrió, puesto que, a pesar de que aún quedaban varios adversarios en pie, la acción que acababa de cometer cobraba un significado muy especial: Alemania, por cuarta vez consecutiva, había sido derrotada en una Guerra Mundial. Limpió la hoja de su arma con los despojos que llevaba puestos a modo de atuendo, y después de ello prosiguió con su camino. Nada ni nadie le haría cejar en su empeño hasta conseguir la victoria para su nación, los Estados Unidos de América...

Israel Santamaría Canales (España)
Publicado en la revista digital Minatura 120

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