La ciudad está oscura algunos recurren al silencio
los grandes señores son cosas que el pasado dejó en el pasado
han huido con la celeridad de las ratas de un barco que se hunde
sus decaídos espectros desaparecieron avergonzados entre las sombras
por no decir en una aburrida calma
Los impecables siguen usando hoy ropa oscura y evidencian
buenos modales
Aquí señor hablamos claramente el lenguaje de los números
los malhadados números los malditos números
La irreverencia es reconocer que aún es posible tener un amor inconfesado
un secreto pueril una discreción baladí de antigua data
El disfraz ya no impresiona a nadie es tiempo de posmodernidad.
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter
No hay mendigos que no reconozcan la necesidad del ágora
para incrementar sus limosnas
No hay mercaderes que no persistan en su tarea de buscar tesoros ocultos
también lo intenta el funcionario que me alquila la vivienda donde vivo
Todo está milagrosamente conectado como una gran alcantarilla.
con algún desagüe con un descomunal vertedero
con alguna monstruosa cloaca
La basura se acomoda en los tejados en las terrazas
en las extensas plazas la roña la basura. la mugre
la cochambre los despojos nos sepultan vivos
¡Qué vida! afuera el humo de las hogueras tizna la ciudad
la pringa la mancha la emporca la ensucia
Todo es una cuestión de hábitos de malvada costumbre
Comemos frutos secos ritualmente cada vez que vamos al circo
Mamá dice para sentirnos vigorosos
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter
Pobres hombres de fortuna que se abruman la vida en repetidas
conferencias no sueñan pesadillan la vida noche a noche
No tienen tiempo para vacaciones
Las termas de Caracalla están abandonadas desde hace tiempo
no hay quien las repare son más interesantes las ruinas de Itálica
Mi hija mayor aprendió a leer el jueves y la premiaremos con un gato persa
Los gusanos se han habituado a reptar en la aridez de la seca muralla
ejercitan sus destrezas ambulatorias
En el atrio dicen que los moros venden drogas a los visitantes extranjeros
¡Qué importancia tiene la especie humana si no le puedo sacar
provecho!
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter
Desde ahora vivo entre playa y playa como si fuera millonario
Mercurio ya no miente
Las baratas se adueñan de cualquier rincón del edificio
se adosan inmundas como inmundas baratas
repugnan su repugnancia.
Muchos ciudadanos aún no tienen donde vivir en medio de tanta ciudadanía
Mis familiares duermen plácidamente en sus anchas camas
se aburren en su nuevo vecindario de tener tantos parientes cerca
Pensamos que sería bueno adquirir un nuevo esclavo para que cuide el jardín.
La caridad empieza por casa
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter
Sergio Badilla Castillo Valparaíso, Chile –1947 Buenos Aires, julio 1990
Publicado en la revista Isla Negra 322
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