lunes, 24 de septiembre de 2012

ESPARTACO Y MARÍA MAGDALENA


La ciudad está oscura                   algunos recurren al silencio
los grandes señores son cosas que el pasado dejó en el pasado
han huido con la celeridad de las ratas de un barco que se hunde
sus decaídos espectros desaparecieron avergonzados entre las sombras
por no decir en una aburrida calma
Los impecables siguen usando hoy ropa oscura y evidencian
buenos modales
     Aquí señor         hablamos claramente el lenguaje de los números
los malhadados números      los malditos números
La irreverencia es reconocer que aún es posible tener un amor inconfesado
     un secreto pueril           una discreción baladí de antigua data
El disfraz  ya no impresiona a nadie       es tiempo de posmodernidad.
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter

No hay mendigos que no reconozcan la necesidad del ágora            
para incrementar sus limosnas
No hay mercaderes que no persistan en su tarea de  buscar tesoros ocultos
también lo intenta el funcionario que me alquila la vivienda donde vivo
Todo está milagrosamente conectado como una gran alcantarilla.
     con algún desagüe            con un descomunal vertedero
     con alguna monstruosa cloaca
     La basura se acomoda en los tejados     en las terrazas
en las extensas plazas     la roña          la basura.         la mugre      
     la cochambre        los despojos nos sepultan vivos
¡Qué vida!  afuera el humo de las hogueras tizna la ciudad
la pringa        la mancha     la emporca    la ensucia
Todo es una cuestión de hábitos             de  malvada costumbre
     Comemos frutos secos ritualmente cada vez que vamos al circo
     Mamá dice                para sentirnos vigorosos
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter

     Pobres hombres de fortuna que se abruman la vida en repetidas            
conferencias no sueñan          pesadillan  la vida noche a noche
     No tienen tiempo para vacaciones
     Las termas de Caracalla están abandonadas desde hace tiempo
     no hay quien las repare         son más interesantes las ruinas de Itálica
Mi hija mayor aprendió a leer el jueves y la premiaremos con un gato persa
Los gusanos se han habituado a reptar en la aridez de la seca muralla          
ejercitan sus destrezas ambulatorias
En el atrio dicen que los moros venden drogas a los visitantes extranjeros
¡Qué importancia tiene la especie humana si no le puedo sacar        
provecho!
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter

      Desde ahora vivo entre playa y playa como si fuera millonario
Mercurio ya no miente
     Las baratas se adueñan de cualquier rincón del edificio
     se adosan inmundas como inmundas baratas
repugnan su  repugnancia.
Muchos ciudadanos aún no tienen donde vivir en medio de tanta ciudadanía
Mis familiares duermen plácidamente en sus anchas camas  
     se aburren en su nuevo vecindario de tener tantos parientes cerca
Pensamos que sería bueno adquirir un nuevo esclavo para que cuide el jardín.
La caridad empieza por casa
A propósito tengo un póster de Espartaco en la pared de mi dormitorio
y otro de Maria Magdalena junto al wáter
                                                                                                                                       
Sergio Badilla Castillo Valparaíso, Chile –1947 Buenos Aires,  julio 1990
Publicado en la revista Isla Negra 322

No hay comentarios:

Publicar un comentario