lunes, 24 de septiembre de 2012

EN PUERTOMAR


Amanece en PuertoMar
cuando el sol quiere salir,
no hay deberes que cumplir,
solo hay luz en PuertoMar.
No hay miserias ni complejos,
no hay señores ni hay extraños,
no hay nacidos ni hay esclavos,
ni siquiera hubo dinero.

Amanece en PuertoMar
y la luna sigue allí,
no es lugar para morir
donde siempre huele a mar.
Lo sencillo es la costumbre
que aprendimos al llegar,
solo somos al soñar
y alma y cielo se confunden.

Amanece en PuertoMar,
nada turba su inocencia,
nada importa la apariencia
donde siempre huele a mar.
PuertoMar es la osadía
de los bardos de otro tiempo,
allí van a dar los cielos
que imaginan cada día.

Anochece en PuertoMar
cuando el sol quiere dormir,
no hay pecados que sentir,
solo hay bien en PuertoMar.
No hay más pena que olvidar
lo infinito del momento,
lo fugaz que hay en lo cierto
que no mira más acá.

Anochece en PuertoMar
y la luna sigue allí,
mi lugar para sentir
es sentirme entre su mar.

PuertoMar, mi edén soñado,
tan real como mi estampa,
donde vivo si me abrazas,
donde habita tu regazo.
PuertoMar, mi amor dorado,
donde el barco de mis penas
al final halla su tierra
y abandona su pasado.
PuertoMar, mi vida es sueño
al mirar dentro del alma
que me otorga tu mirada
y me vuelve más pequeño.
 
PuertoMar eres tú, PuertoMar,
donde verte es admirar
y pensar es olvidar,
PuertoMar,
onde estar siempre es amar.

Gustavo González 

No hay comentarios:

Publicar un comentario