lunes, 24 de septiembre de 2012

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Me levanté hoy pensando que sería un día como cualquier otro.

Pisé la calle con la sensación de que nada iba a cambiar.

Alcé la vista y tus ojos se cruzaron con los míos, mi corazón dio un vuelco, algo raro pasaba dentro de mí.

Sentí una oleada de vitalidad rebosando desde mi interior.

Bajé la vista avergonzada al sentir mis mejillas rojas de rubor.

Volví a alzar la vista y no logré hallarte.

Moví mis ojos en todas las direcciones posibles y no logré encontrarte.

Te habías desvanecido ante mí y sabía que jamás podría olvidarte.

AZAHARA OLMEDA

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