jueves, 23 de mayo de 2019

COSECHA EL AMOR


Cuando plantas una mata,
le riegas agua con alegría,
le cantas la canción preferida
y la abonas con medida justa.

Cuando florece la primer rosa,
observas como va saliendo,
lentamente del capullo y abriendo
sus pétalos de vida y fragancia plena.

Ahora puedes rociar la rosa,
pues puedes tratarla con más ternura,
para cuidar sus pétalos de rosita
y sin descuidar la mata para la cosecha nueva.

Cuando tienes un amor,
Le riegas con el néctar de los besos,
le cantas la canción preferida
y la acaricias con ternura como soltar y tomar.

Cuando florece el amor,
observas como va creciendo
el capullo del amor y va abriendo
sus pétalos de vida con la fragancia para amar.

Ahora puedes rociar la rosa del amor,
tratarla con ternura, caricias, besos
para cuidar los pétalos del amor
en crecimiento lento y justo.

Cuidas la mata para la nueva cosecha,
de la misma manera como cuidas
el capullo de la rosa del amor bella
para que abran los pétalos con fragancia duradera.

Los pétalos crecen con fortaleza,
cuando los deseos aumentan
exponencialmente hacia las fronteras
de la pasión de un amor por vez primera.

Para cosechar los pétalos del amor,
es primordial la comunicación de los dos
enamorados con el respeto necesario
para mantener una relación con el fresco del rocío.

Es fundamental para que los pétalos,
abran con naturalidad el respeto
por los espacios del otro y el recociendo
del otro como ser de proyectos propios.

Claro los pétalos y la rosa maduran,
con los proyectos de pareja con rutinas
propias para una vida sana y armoniosa.
¡Vaya sin caer en la monotonía de pareja aniquiladora!

Cada pétalo en su crecimiento,
requiere de los detalles del amor,
el chocolate caliente para el corazón,
las fresas fresca con dulce de mora.

El chocolate caliente y las fresas frescas,
los besos, las caricias, las bellas palabras
y todos los regalos para cosechar el amor.
¡Todos ellos son el alimento que cuida la rosa del amor!

Cosechar el amor es tarea de dos,
es compromiso de los enamorados.
Es el crecimiento de la rosa del amor
en reciprocidad, donde cada uno hace sentir bien al otro.

Cuando los enamorados se sienten a gusto:
cada encuentro es ganancioso,
los planes de pareja se elaboran
con entusiasmo y las metas son retos para amar.

La cosecha del amor es una aventura,
que se teje cada temporalidad,
con los hilos finos de las rosas
por dos tejedores de amor apasionados.

Cada encuentro íntimo de los enamorados,
es una puesta en marcha de la pasión,
los deseos en descontrol máximo
para el crecimiento de la rosa del amor.

La rosa del amor en crecimiento:
con el color rojo de la pasión,
la fragancia predilecta para amar
y las espinas minimizadas para amar con locura.

Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-

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