¿A dónde va mi pequeña
vestida'e garbo y salero?
Pierdo la calma y sombrero
si su pañuelo hace seña.
Se acaba pronto la leña,
se acaba la miel de abeja,
y de su techo una teja
anda caída de lado,
ha de ser algún enfado
que no se aleja y la deja.
Se va a buscar queso fresco
al mercado de la plaza,
y un bocadillo a la brasa
del hornillo de Francesco.
Me voy con mi anzuelo y pesco,
voy dejarle unas delicias
del arroyo de caricias,
y me pellizco el cogote
a la vista de su escote
y sus coquetas malicias.
Se va por lo de Pedraza
a completar el recado,
y recoger el bocado
pa' su gozo y su comparsa.
Hoy no quisiera mi maza
caer con tal peso y pluma,
que si no resta se suma
a mi angustia y mi desdicha,
porque si muevo una ficha
el tablero se me fuma.
Que sea pues como fuere
ante tus ojos divinos,
los verdes bosques de pinos
y el lugar donde te espere.
Hasta mi fiel berebere
sacude sus largas crines,
y sus patas saltarines
se estremecen a tu encuentro,
en mi corazón adentro
nos damos dos volantines.
Eloy Nepo
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