lunes, 9 de julio de 2018

INCERTIDUMBRE


Me pierdo en los plises de tus rosas
recorriendo las lágrimas perfumadas,
al estar ausente de tu vida tan hermosa
dañada por la fuerza de las penas abultadas.

Por una enfermedad atroz
tuve que irme de tu néctar,
para salvar a mi madre veloz
porque el malestar se le acrecienta.

Y me instalé con ella en reclusión
mientras el hado desidia,
el tono de la ilusión
que por sus obras recibía.

Y el tiempo pasó volando
y tres años me apartaron de tus costas,
solo estoy aquí rezando
para que recuerdes las promesas nuestras.

No sea que me hayas olvidado
y no te haga falta la hoguera de mis besos,
que por otro horno me hayas cambiado
haciéndome sufrir hasta los huesos.

Porque estaba aislado en cofradía
atendiendo a mi madre si vivía,
más no pude comunicarme cruelmente
diciendo que te ansío dulcemente.

Y recién puedo viajar
decidiendo la alborada de mi vida,
a ver si contigo puedo sembrar
la rosaleda de gracia recibida.

Tiemblo de saberte de otro
que ajenos sean los volcanes de tus besos,
ante el rey sol me postro
que haya tiempo para ser traviesos.

Ya se encontrarán nuestros ojos
y desnudos sin barreras hablarán,
todos los capullos abrirán
discurriendo el querer por los rastrojos.

Y si aun me recibes en tus aguas
seré el más feliz aventurero,
pirata quemador de fraguas
que jamás haya visto el mundo entero.

Silvino Gerardo Becerra Gamboa -Venezuela-

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