Me quedo con el perfume
que me deja tu piel,
en esos pétalos acuarelados
que quedan después
del deshoje de la lluvia
y esparcidos por la tierra húmeda
van manchando el suelo;
como tinta que dejas caer
de tu pluma,
como rocío de madrugadas
en silencio,
como estrofas
que en un rincón reclaman,
como partituras de viento
que sin querer lloran y abrazan.
Me quedo con tu perfume
flotando en mi mañana;
como si me quisieras atrapar
y no soltar para siempre,
como si tu ser me necesitara
y me evocara en esencia,
como si en el detonar del cielo
con la tormenta,
te quisieras quedar
eternamente conmigo...
Diosma Patricia Davis -Argentina-
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