Las verdadera amistad florece del corazón,
de quien reconoce el alma antigua,
del eterno compañero de luz, con la que
ha vagado por los océanos de la
multidimensionalidad y de la vida.
La amistad es la sonrisa del alma
que recuerda el espíritu, compañero,
eterno, el de siempre.
El amigo es amor cuántico e infinito
de quien reconoce el Divino del
uno en todos, del todo en uno.
Elisabetta Errani Emaldi -Italia-
Publicado en Suplemento de Realidades y ficciones 77
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