Me transporto a lo infinito
de nuestro amor
y me impregno de un sentimiento
sublime y me abrazo a él.
Nací para ser amada
porque resurjo del amor,
sueño divino renaciendo
de una noche llena de ternura.
Basta que me tomes de mis alas
y descubras lo exquisito del cielo,
no querrás soltarme jamás,
porque me convierto en magia.
Y me transformo en fantasía
desnudo tu ser y te hago enloquecer,
son mis manos y mi boca
torbellinos que provocan...
F. Janeth Elizarraraz O.
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