Vienes y te vas,
restos dejas en mí.
No te quieres marchar,
y en mí, te haces sentir.
Regresas con tu mal,
no te alejas de aquí.
Como huésped letal,
que no se quiere ir.
¡Maldito catarral!
de eterno existir.
Donde tu erradicar,
es quimera y reír.
Vives al respirar,
te repartes tan vil.
Entre la humanidad,
y formas de vivir.
Vienes y te vas,
para así repartir.
Esporas de un sembrar,
y mocos esparcir.
En proceso gripal,
de flemas de un reñir.
Con las que molestar,
con tos del malvivir.
Un sonido orquestal,
debe repercutir.
En cabeza al sonar,
liquido de barril.
Vienes y te vas,
vuelves para el fin.
Dado que tu mojar,
es verte no morir.
Eres contagiar,
vienes tan feliz.
Al verte progresar,
y no ver, tu extinguir.
Viajas sin hogar,
vives aquí y allí.
Dándote igual,
el dónde residir.
¡JOLIN!
Ricardo Campos Urbaneja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario