Mi cariño siempre es fiel
como el beso de un niño.
como el sol sin titubeos
asegura su regreso.
Cada vez que me besas
mi corazón deja de latir
unos segundos
unos minutos,
o toda una tarde.
Es una suma de catarsis
al juntarnos... Y
una taquicardia al despedimos.
Dicen que un beso
es la fórmula más cercana
al ácido de la muerte.
Y también dicen
que es un pacto, un arreglo
para asomar a la gloria,
y también al infierno.
Y eso... lo entiendo.
Porque para escribir
del amor debo de estar
bien enamorado...
o con el corazón
bien destrozado.
Y no sé realmente cual
de las dos crisis es peor.
Carlos Posadas -México-
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